Estupideces de mi imaginación

Desde hace algún tiempo me gusta ver los programas de cable, sobre todo aquellos que tratan de diagnósticos médicos extraños, enfermedades raras causadas por animales u insectos tropicales, claro que no omito algunas series de televisión que me hacen reir.

En fin... ¿a qué voy con todo esto?, pues resulta que hace unas noches, me quede hasta como las dos de la madrugada *trabajando y una vez concluída la labor, me dispuse a dormir en mi **acogedora habitación, sacudí mi cama, reacomodé mi alnohada, verifiqué que todo estuviera despejado, me envolví en mi sabanita en forma de taquito y me arrojé sin contemplación sobre el colchón, cuando de repente siento un punzada en mi pompi, grité, me deshice del taquito de sabana, observé el colchón, pasé mi manó sobre el cubrecama y no encontré nada, buscaba un alfiler o una aguja, lo peor que imaginé en ese momento era en un alacrán y que me iba morir en cuestión de minutos...pero nada,  no había nada, así que por un momento pensé que había sido mi imaginación... cuando de repente siento que algo camina por mi pierna... lo sacudo... y...

 ¡horror! ¡era una abeja! 

... no, no , no, si con el alacrán ya me había visualizado tres metros bajo tierra, con la abeja empecé a ver como toda mi pierna se volvía morada por falta de circulación, y luego le caía gangrena, y después lo mas horroroso, la tenían que amputar hasta la cadera (porque recuerdan, me picó en mi pompi), imaginaba que no tenían anestesia en el hospital y que iba a sufrir mucho... en fin ya iba a empezar a llorar mi tormentoso destino... cuando decidí aplastarla con el pie y logré ver que aunque me picó, no me enterró el aguijón porque aún estaba en la colita de la inche abeja.... pero vaya susto

Moraleja: no vulevo a ver cosas tan extrañas en la tele, a menos que sea con la supervisión de un adulto.

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*trabajando: dícese de realizar una actividad que debió haberse concluído como mínimo dos días antes y hay que entregar al día siguiente por lo que ya no queda más tiempo.

**acogedora: dícese cuando hay ropa que planchar, doblar o colgar y ha permanecido en una cama por más de un mes.